martes, 18 de mayo de 2021

Kafka renace en el sistema de justicia venezolano

Por El
- mayo 18, 2021 El proceso de Franz Kafka es una obra que recoge literariamente lo que ocurre en los tribunales, al tiempo que narra la historia de Joseph K. Lo que sucede en la novela es paradójico y hasta inverosímil, porque en su proceso se invierte la carga de la prueba y también la presunción de inocencia. K se enfrenta a una burocracia pesada, corrompida, y el proceso se convierte en el primer obstáculo para la realización de la justicia. La ficción kafkiana hay que recordarla en momentos en que el Tribunal Supremo de Justicia, en un intento de reactivar la actividad judicial, reglamenta una solución digital para permitir a los usuarios del sistema de justicia realizar sus actividades por medios digitales. Así tenemos la sentencia de la Sala de Casación Civil N° 111 del 11 de mayo pasado, que exigió la presentación en forma presencial de un escrito que ya se había presentado en forma electrónica. Si se pretende presentar un recurso o un escrito judicial, hay que enviar un correo, pedir una cita, esperar respuesta para luego presentar el mismo escrito de manera personal. Todo un recorrido burocrático e innecesario. El asunto es aún más grave porque el abogado que se traslada a la sede del Tribunal Supremo de Justicia para presentar sus escritos, a la hora que le ha sido fijada, es sometido a una larga espera que supera las tres horas. Aquí hay una violación de los derechos humanos, al dificultar con trabas burocráticas la presentación de los escritos y exponer a los abogados a riesgos innecesarios en tiempos de pandemia. Los colegios de abogados deberían exigir respeto para sus afiliados. Los sistemas judiciales de Europa y América han diseñado soluciones para facilitar los procedimientos entre los usuarios. Audiencias virtuales, notificaciones y presentación de escritos por vía electrónica han sido implementados para vencer los obstáculos de la pandemia. Y estos sistemas judiciales han podido continuar sus actividades sin cortapisas. Aquí lo que hacemos es poner más trabas a los abogados. Los procesos judiciales no pueden escapar al impulso de la tecnología. Quien no se adapta, está destinado al fracaso. Pero para ello se necesita de una infraestructura tecnológica y de un servicio eléctrico confiable. Las fallas de los servicios dificultan aún más a la administración de justicia ¿Cómo llevar a cabo una audiencia telemática bajo el riesgo de una caída de electricidad? Todo esto ha sido planteado por un comunicado de fecho 12 mayo, suscrito por un grupo de más de 20 abogados que presentan una ristra de observaciones a estas fallas que está dificultando el ejercicio de la abogacía. Es una manera de violar el derecho constitucional a una justicia sin formalismos que garantice el principio de igualdad ante la ley El referido comunicado destaca que se creó una duplicidad en las actuaciones judiciales: se requiere la presentación digital de la actuación judicial y, al mismo tiempo, se exige su presentación en físico a la sede del tribunal. Y es esta última la única que tiene valor. Y esto ha sido ratificado por la sentencia N°111 que se mencionó antes. Es obvio que el necesario distanciamiento social que se recomienda por pandemia, se rompe al obligar a los abogados a trasladarse a la sede del tribunal es exponerle a un riesgo innecesario. Esto se agrava en el caso de los abogados que viven en el interior del país. La visión autoritaria y burocráticas del socialismo se impone sobre el sentido de justicia. No hay duda de que el futuro de las actividades de los procesos judiciales tiene en el desarrollo de las tecnologías digitales un aliado necesario para garantizar el ejercicio, la protección y el desarrollo de nuestros derechos y libertades. Pero nada de ello se logrará en un ambiente autoritario, en el cual los jueces están más atados a las visiones burocráticas que a impartir justicia a todos por igual. Para que sea posible que la tecnología pueda ofrecernos sus virtudes debe hacerse en un ambiente democrático, con separación de poderes en el que prevalezca la figura del juez independiente. De lo que se trata es impedir que una visión totalitaria del ejercicio público utilice la tecnología para hacer a los ciudadanos cada vez más dependientes del Estado y cercenar las libertades. El proceso digital sin democracias y sin libertades es un ejercicio retórico sin ninguna incidencia en la administración de la justicia. Por eso es necesario oír la voz de los abogados. El peor enemigo del ciudadano que invoca justicia es el mamotreto burocrático que se ha diseñado desde que comenzó la pandemia. Son tan siniestros que nos hacen recordar a Franz Kafka.

jueves, 29 de abril de 2021

EL RÉGIMEN Y LOS CUERVOS

El Nacional - abril 29, 2021
“Las FARC y el ELN no son ningunos cuerpos terroristas, son verdaderos ejércitos que ocupan un espacio en Colombia. Hay que darles reconocimiento a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y al Ejército de Liberación Nacional. Son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político bolivariano que aquí es respetado”. Hay personas que se deben saber estas palabras de memoria. Son del comandante muerto y las dijo en 2008, en la presentación de su memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional. Sobre todo su heredero, que años después en una conferencia de prensa a la que solo asistieron periodistas pagados por su régimen afirmó: “Claro que tenemos relaciones con las FARC y su partido político producto de los acuerdos de paz”. Muchos se preguntan qué es lo que pasa en Apure, cuál ha sido la motivación para estos enfrentamientos entre bandas de irregulares y soldados venezolanos. Pero ya la escalada de violencia ha llegado a tal nivel, que lo realmente importante es cómo detener la guerra que afecta a pueblos enteros y ha dejado muertos. Todo este asunto es demasiado turbio. Ni siquiera el ministro de Defensa del régimen es capaz de informar el número exacto de bajas en las filas del Ejército. Al estado Apure, anunciaron con bombos y platillos, iban a enviar a 1.000 milicianos, unos pobres voluntarios sin entrenamiento y pocos pertrechos para hacerle frente a unos irregulares armados hasta los dientes y con conocimiento pleno de la zona. Las organizaciones no gubernamentales aseguran que la intensidad de los ataques ha ido en aumento. Es difícil para el ciudadano común entender lo que ocurre, sobre todo porque la presencia de los guerrilleros no es nueva. ¿Por qué ahora se enfrentan con el Ejército cuando la orden del régimen siempre fue de colaboración total? Los que sufren son los familiares de los pobres soldaditos, a los que ni siquiera les dan noticias. Una cosa es cierta, y se puede sacar como conclusión de este tema, el régimen no tiene control del país. Tiene candelitas prendidas por todos lados. Su afán por llenarse los bolsillos mientras ignoran el sufrimiento del pueblo les está estallando en la cara. No cabe duda de que la guerrilla, la que sea, está dispuesta a mantener su estatus en Apure y otras zonas. Hay malandros que controlan ya amplias áreas de Caracas. Hay demasiado malestar por todos lados Como dice el viejo dicho, los cuervos después de criados suelen voltearse en contra del que les dio de comer.

jueves, 22 de abril de 2021

VENEZUELA ES UN PAÍS APAGADO

Miguel Henrique Otero: “Venezuela es un país apagado en cuanto a la libertad de expresión” El presidente editor de El Nacional adelantó a la Voz de América desde España que no pagará la sanción millonaria impuesta por supuesta difamación a Diosdado Cabello. Garantiza que el diario continuará activo en su versión digital Por El Nacional -April 21, 2021 Miguel Henrique Otero Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional. Foto: AFP Miguel Henrique Otero, presidente editor del diario El Nacional, valora como “una aberración jurídica” la sanción judicial de cerca de 13 millones de dólares contra su empresa de comunicaciones por presunta difamación a Diosdado Cabello, diputado y exvicepresidente de su país y uno de los políticos más influyentes del chavismo. Otero sostiene, en entrevista con la Voz de América desde España, donde está exiliado desde hace cuatro años, que la sentencia contra El Nacional comete “una irregularidad universal” y estima que pasa a formar parte de un período de oscurantismo de las libertades de prensa y expresión en Venezuela. “El Nacional no tiene el monto, ni va a pagar. Ellos tendrán que embargar los bienes”, dice Otero, tajante, en sus reflexiones sobre el caso judicial de su diario, que, a su entender, supone un costo político para una fracción del oficialismo. La SIP advierte que el régimen de Maduro ve a la prensa como un enemigo: “Es una dictadura implacable” Miguel Henrique Otero: “Lo que ha pasado con El Nacional es un atropello jurídico, pero lucharemos” ‒¿Qué opina sobre la decisión judicial contra El Nacional que le obliga a cancelar una compensación de 13 millones de dólares? ‒Es una aberración jurídica desde todo punto de vista. Se están violando todas las leyes y el debido proceso. Se están violando mecanismos que son similares en todos los países. Y no es una multa, es una compensación que hay que pagarle a Diosdado Cabello por proteger su honor. Entonces, es una demanda de difamación que llega a este monto inconcebible, que no explico cómo se llega a él, porque ellos dicen que su honorabilidad vale eso. La realidad es que no hay nada que tenga que ver con difamación. Lo que se publicó es que Cabello estaba siendo investigado por un fiscal federal del estado de Nueva York por narcotráfico y en la práctica, con la decisión que tomó la DEA, que además tiene una acusación contra él y que puso una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza, bueno, eso quedó demostrado que sí estaba siendo investigado, obviamente. ‒Entiendo que no puede haber una sanción civil si no hay previamente una penal. ¿Es así, ha considerado su equipo ese argumento? ‒Es así en todos los países del mundo. Una demanda civil no progresa si no hay una sentencia penal y en este caso, primero, el juicio penal ni siquiera ha comenzado después de que tenemos casi cinco años con unas medidas cautelares por esa demanda penal. Cuando introdujeron la demanda civil, pues, el juez la aceptó. Eso es una irregularidad universal. Son partes de las irregularidades que hay allí. ‒¿El Nacional tiene como pagar ese monto? Si lo tuvieran, ¿lo pagarían? ‒No, El Nacional no tiene el monto, ni va a pagar. Ellos tendrán que embargar los bienes, porque cuando vayan a cobrar ese monto simplemente no hay manera de cobrarlo. Embargarán el edificio, la empresa, la rotativa, la tecnología, todo. ‒¿Cuál es el futuro de El Nacional dado ese escenario? ‒Actualmente, nosotros somos una página web, porque no nos dejaron imprimir hace cuatro años. Seguiremos siendo una página web, que la puedes hacer desde cualquier parte del mundo. Quizás ellos no piensan en eso. Una página web está globalizada. La podemos hacer en Singapur y para el lector es exactamente lo mismo. Miguel Henrique Otero: “El régimen pretende expropiar El Nacional y entregárselo a Diosdado Cabello, pero no vamos a desaparecer” ‒¿Ha sentido respaldo de sus socios, de organismos internacionales, a raíz de la sanción judicial? ‒Ha sido muy bueno. Ha habido un gran respaldo internacional y nacional, de la gente, de las organizaciones de libertad de expresión y derechos humanos. Por el lado de la solidaridad y del apoyo, no tenemos ningún problema. ‒¿Cree en que la justicia venezolana respaldará su apelación, si la piensa realizar, o ventilará el caso en instancias internacionales? ‒El Tribunal Supremo no tiene apelación. No va a haber apelación. En todo caso, en Venezuela no hay independencia de poderes. El sistema judicial es un apéndice del ejecutivo y reciben órdenes del ejecutivo. Diosdado Cabello dio la orden al TSJ de poner esa compensación y eso es lo que hicieron. Creo que ni siquiera leyeron la sentencia. Hay un magistrado que dijo que no había leído ni firmado la sentencia. Claro, eso no lo va a decir públicamente, pero sabemos que es así, y probablemente los otros también, porque así funciona la justicia en Venezuela. No hay justicia, hay un apéndice del Ejecutivo, que es la justicia. ‒¿Cree que esta sanción tiene un costo político para al menos un sector del oficialismo venezolano? ‒Sí, claro que tiene un costo. Para empezar, ellos están haciendo unas campañas para traer inversiones y esto demuestra que no hay independencia de poderes. Después de que el TSJ pueda sacar de la manga cualquier monto por cualquier capricho por uno de los altos capitotes del régimen, ¿quién puede decir que en Venezuela hay una estabilidad jurídica, que hay garantías? Ninguno. Esto los perjudica, pero además esto genera fracciones internas, gente que no está de acuerdo con que Diosdado Cabello se aproveche de su influencia en el sistema judicial para hacer este tipo de cosas. Eso tiene consecuencias y en el mundo externo también. Los perjudica en su imagen, que la tienen muy mala. Miguel Henrique Otero: «Nosotros informaremos el final de la dictadura» en Venezuela ‒¿Cómo valora la libertad de expresión y el ejercicio periodístico hoy en Venezuela, luego de esta decisión contra El Nacional? ‒Venezuela es un país prácticamente apagado en cuanto a la libertad de expresión. Quedan unas ventanitas, páginas web que operan desde el exterior, algunos periódicos que se han podido mantener, pero, en la práctica, la radio y la televisión son medios de comunicación totalmente autocensurados. Los periódicos, unos fueron comprados, otros se autocensuran, y los que más o menos se han mantenido, han tenido que convertirse en plataformas web y estas las bloquean cuando les dan la gana, discrecionalmente. La mitad del país lo que ve es el canal del Estado. Es casi como si fuera Corea del Norte, Cuba, esos países. Dejan unas ventanitas para aparentar que hay libertad. ‒¿Cuáles son los temas que incomodan hoy al poder venezolano, que no desearían que se conozcan o ventilen a través de diarios, noticieros y periódicos del país? ‒Las noticias que pueden molestarles a ellos son todas. Es la oposición, las protestas, las rebeliones militares, la crisis, la manipulación de la vacuna a través del carnet de la patria, el estado de las prisiones. Podemos pasar media hora enumerando temas que ellos no quieren que salgan a la luz pública, porque lo que vive Venezuela es algo inconcebible. Venezuela nunca ha vivido una cosa así. ‒¿Cómo seguir batallando a favor de la libre expresión en un país con esas características? ‒Hay que luchar. En Venezuela hay una resistencia, una grande. Hay unos partidos políticos, una resistencia en la calle, hay un sector militar, hay cantidades de elementos de resistencia que no los hay en países como Cuba. Es un gobierno que no tiene gestión, que no resuelve ningún problema. Más bien, los agrava. Hay una inestabilidad completa. Esa inestabilidad va a producir la salida (a la crisis) en algún momento, no sabemos cómo, porque no hay una oposición institucional que tenga un foco definido. Cuando tienen un foco es electoral, que es lo que pueden hacer. Por ahí, no van a sacar al régimen. Es un problema de tiempo de que todos estos instrumentos opositores se alineen y produzcan el cambio. ‒¿Confía en que El Nacional estará al aire para contar cualquiera que sea el desenlace de la crisis política de Venezuela? ‒Seguro. El Nacional publicará el titular “Venezuela regresa a la democracia”. De eso, no tengas la menor duda.

miércoles, 21 de abril de 2021

El Nacional resiste el zarpazo judicial del chavismo

La Sociedad Interamericana de Prensa calificó de expoliación y grave atropello la sentencia que obliga a la C.A. Editora El Nacional a pagarle 13,22 millones de dólares a Diosdado Cabello como “indemnización por daño moral” Por El Nacional -April 20, 2021 El Nacional El amor de Hugo Chávez por El Nacional, el diario, reporteros y directivos duró bien poco. Unos días apenas, ni siquiera cien. La etapa inicial que los mandatarios y opositores consideran que marcan el rumbo del nuevo presidente y de cómo será la batalla que darán en el gobierno que comienza. Chávez, como ocurrió con otros candidatos presidenciales en Venezuela, recibió el apoyo del diario fundado por Miguel Otero Vizcarrondo y el escritor Miguel Otero Silva. Miguel Otero Silva fue un hombre de izquierda, pero dejó de militar en el Partido Comunista de Venezuela cuando entendió que su papel como periodista podía entrar en contradicción con las tácticas y estrategias de una organización que actuaba más para complacer las directrices de Moscú que los requerimientos del proletariado venezolano. Desde el primer día El Nacional se puso al lado de la izquierda civilizada, racional, democrática, que rehuía el aventurerismo, el terrorismo y el dogmatismo programático. Fue el diario de los intelectuales, de los universitarios, de los artistas plásticos, de los teatreros, de los poetas y de la ciudadanía que entendía que con esfuerzo, conocimiento y trabajo se podía construir un mundo mejor. Menos injusto, que todavía se podía ampliar más la igualdad de oportunidades. Un periódico comprometido con su país y dispuesto a llevar la mejor información, los debates más esclarecedores, las opiniones más sensatas y con más densidad lo que ocurría en el mundo del arte y también de la ciencia. Un diario novedoso, bien presentado y bien escrito. Sustentado en profesionales de prestigio, con principios y valores. Desde la última hazaña de la ciencia hasta las carreras de caballos Los mejores estilos estuvieron excelentemente representados en El Nacional, en la escritura, en el diseño, en la investigación y en los riesgos. El lector-ciudadano tenía el derecho de estar bien informado, de manera amena y sin restricciones. Todas las especialidades desde Deportes hasta Microeconomía contaban con su espacio si alguna noticia relacionada emergía, pero también la poesía, los sueltos que dejaba algún escritor y las carreras de caballos. Un periódico comprometido con sus lectores. En 1998, tan pronto el CNE lo proclamó como vencedor y lo declaró “presidente electo”, Hugo Chávez se consideró presidente en funciones. Y empezó a mandar. Ya se creyó el director de todos los diarios y revistas, de todas las televisoras y radioemisoras, de los medios de comunicación en general, incluidas las oficinas de relaciones públicas del gobierno y del Ministerio de Información, aunque todavía no se habían traspasado las funciones. Al principio periodistas y directivos creyeron que las llamadas del “presidente electo” para sugerir títulos y pautas informativas eran una expresión de su novatada, que pronto aprendería que esa no era la mecánica de la relación. Una vez dio un discurso en Valencia y lo más resaltante que dijo fue el gran título de primera página. A los tres días repitió lo mismo en Puerto Ordaz y su gente transmitió el mensaje: “El presidente quiere el mismo título”. Un contrasentido, pero ya asomaba que no se trataba de una novatada, sino de dejar claro quién mandaba, quién tenía la sartén por el mango. Tan pronto se posesionó luego de haber jurado sobre la Constitución “moribunda” sin que ninguno de los presentes, mayoritariamente democráticos, reclamara el estropicio legal, institucional y constitucional que perpetraba. A medida que se asentaba en el poder y secuestraba las instituciones del Estado, más enemigo era de los medios de comunicación democráticos y defensores de la libertad de expresión y de pensamiento, que ha sido en esencia la historia de El Nacional. Hostigamiento a toda hora y por todas las voces del régimen El asedio y hostigamiento contra El Nacional fue salvaje siempre, desde mandar a unos presuntos brujos a armar un aquelarre frente a la sede del periódico hasta descalificar al reportero que el diario enviaba a cubrir sus interminables ruedas de prensa. En 2002 se negó a responderle una pregunta a Rafael Lastre, corresponsal en el estado Vargas. “No voy a responderte nada. Debería darte pena trabajar en ese periódico. Es triste trabajarle a la mentira y al engaño o es triste estudiar para terminar en eso”, le dijo Chávez. ¿Pena? La meta de todo buen periodista era trabajar en El Nacional. Ahí se publicaban los mejores trabajos, las mejores entrevistas, las grandes investigaciones, el Papel Literario –referencia mundial–, las grandes fotos y las mejores exclusivas. Era un orgullo tener el carnet del periódico que habían ayudado a construir los grandes reporteros de Venezuela, y las mejores plumas. La primera orden de Chávez explícita contra El Nacional fue la orden de prohibir a todos los organismos del Estado insertar avisos en las publicaciones de la C.A. Editora El Nacional o utilizar algunos de sus servicios. No solo las empresas publicas no podían publicar publicidad, sino que tampoco podían adquirir ejemplares del periódico. Distraer a los más atentos para proceder al secuestro El asedio y el hostigamiento, funcionaban como las hojas de una tijera, pasó a mayores con el control de cambio que estableció Chávez. Al principio todos creyeron que era algo circunstancial, provisorio. Nadie se preocupó demasiado. Todo el que pedía dólares preferenciales, los recibía. Solo tenía que superar los escollos que imponía el sistema burocrático cubano. Hojas rosadas, carpetas marrones, ganchos azules, etiquetas en la parte izquierda, fotocopia de los recibos de luz, partida de nacimiento digitalizada, etc. Pronto, la clase media se entusiasmó en viajar. ¿Quién no? Mientras te negaban divisas para comprar bienes esenciales, te ofrecían 5.000 dólares para ir a Europa, China o la Patagonia. Ahí se impusieron los raspadores de cupo y todos entraron en estado de hibernación hasta 2007, cuando decidió quitarse el dolor de cabeza que era Radio Caracas Televisión, una televisora de alcance nacional con muy alta penetración en las clases populares. Desde entonces las protestas fueron más fuertes y la represión más salvaje. La demolición de la democracia y el desalojo de las libertades Por una entente con los descendientes de Miguel Ángel Capriles, y después de sacar a Teodoro Petkoff de la dirección del vespertino El Mundo, los medios de comunicación de la Cadena Capriles pasaron a la neutralidad informativa. Mantenían un discreto apoyo, que a veces el director de Últimas Noticias, un diario de histórica penetración popular, Eleazar Díaz Rangel, exageraba y que se consolidó a medida que Chávez estrechaba sus lazos con Fidel Castro. Cerrado Radio Caracas Televisión empezó la degollina en las emisoras de radio. De un zarpazo, 39 emisoras quedaron fuera del aire y sin equipos. Y empezó a apretar las tuercas con los dólares preferenciales para el papel, la tinta y todo lo que se necesita para que funcione un medio de comunicación y que se adquieren con divisas. Un día no hubo más papel, ni planchas ni tinta. Pero El Nacional siguió saliendo. Los socios del Grupo de Diarios América donaron lo indispensable y los accionistas aceptaron que no hubiese dividendos. Se entraba en una etapa difícil. Habiendo perdido el referéndum para reformar la Constitución y declarar socialista a Venezuela, Chávez fue aplicando por ley, por decreto y como le diera la gana las reformas que la ciudadanía no aprobó. Y también cambió la estrategia: en lugar de cerrar los medios los compraban grupos afectos. Así ocurrió con Globovisión, con El Universal y con Últimas Noticias, pero también con numerosos medios de la provincia. Igualmente hubo ofertas para comprar El Nacional, cada día más comprometido con la democracia y la libertad. Tal era su compromiso con la pluralidad que aun cuando el gobierno le apretaba el cerco, El Nacional no solo mantenía periodistas abiertamente chavistas en la nómina, sino que en sus páginas de opinión se expresaban Pedro Carreño y Carlos Lanz, ambos con vara alta en el régimen. El diario cada vez tenía menos páginas, menos secciones, menos cobertura noticiosa y menos circulación. Para resistir había que ahorrar papel y planchas, y se ahorraba en lo más mínimo. El desperdicio se redujo en términos superlativo. Murió Chávez, pero no se acabó la rabia contra El Nacional Muerto Chávez la situación no cambió. Pese a los amagos de Nicolás Maduro y los anuncios de apertura y diálogos en Miraflores, el régimen siguió dando bandazos con la economía, pero sin cejar en su afán de demoler –pulverizar es la palabra del chavismo– todo atisbo de democracia, pluralidad y libertad de pensamiento. El país empezaba a mostrar las ruinas y la producción petrolera y gasífera aceleró la caída que comenzó con la defenestración de 19.700 trabajadores en 2003. Las empresas básicas de Guayana daban lástima y las grandes haciendas ganaderas expropiadas no producían ni para alimentar a sus trabajadores. Las reses desaparecieron en sabrosas barbacoas que celebraban “la revolución pacífica, pero armada”. A medida que los ingresos petroleros disminuían se fortalecieron más los vínculos con los “muchachos” de la guerrilla de las FARC, que se movían más en las bardas del narcotráfico que en una estrategia para la toma del poder en Colombia. Así se empezó a hablar del Cartel de los Soles y sorpresivamente un militar, un sargento, que se desempeñaba en Barinas como enfermero del padre de Hugo Chávez es apresado con un vehículo militar cargado de droga. La noticia que consiguió ABC, publicaron 80 periódicos y por la que castigan a El Nacional En mayo de 2015 el diario ABC de España publicó un reportaje en el cual señalaba que Diosdado Cabello era investigado por la DEA por narcotráfico, fundamentado en presuntas declaraciones de un exjefe de seguridad de Cabello de nombre Leamsy Salazar. El reportaje firmado por Emili J. Blasco, corresponsal en Washington del diario español, fue publicado por El Nacional, TalCual y La Patilla, una página web, con los respectivos créditos a ABC. Es lo que se acostumbra y lo que ocurre en el periodismo cuando un personaje público de gran importancia aparece involucrado en un hecho grave. La noticia fue publicada en otros 80 periódicos, pero Diosdado Cabello solo demandó por difamación a ABC, The Wall Street Journal, El Nacional y La Patilla. Ninguno de los juicios emprendidos fuera del país prosperó, solo siguió su curso el que entabló en Venezuela. Acusaba a los directivos de El Nacional y La Patilla de difamación. El juez dictó medidas cautelares. El juicio nunca comenzó. Transcurrido un tiempo Cabello introdujo una demanda civil. Las leyes venezolanas no permiten una demanda civil si no existe una condena penal. En las idas y venidas del juicio Cabello no aceptó el derecho de réplica ni ninguna de las explicaciones de El Nacional, su objetivo es que en su sede de establezca una universidad. La inflación le vació el bolsillo de la codicia Al principio la demanda era por un monto muy alto en bolívares 1.000 millones, para “resarcir daños morales”. Y aún cuando El Nacional nunca lo mostró como un narcotraficante (la noticia era que “la DEA lo investigaba por narcotraficante”, como The Wall Street Journal lo confirmó), el tribunal le dio la razón y condenó a los accionistas a pagarle la cantidad exigida en la demanda. Pero la economía del país seguía en barreno y la inflación en tres años había convertido aquel fabuloso monto en calderilla. Cabello no se dio por vencido. Acudió al Tribunal Supremo de Justicia para que lo resarciera. Y así lo hizo. No podía ser distinto. Ese tribunal lo configuró Diosdado el día antes de que se le cumpliera su mandato en la Presidencia de la Asamblea Nacional, y le correspondía hacerlo al Parlamento que se instalaba el 3 de enero de 2016. El 15 de abril, el jueves pasado, la Sala de Casación Civil declaró procedente la segunda fase del avocamiento solicitado por el abogado Alejandro Castillo, apoderado judicial de Diosdado Cabello, y ordena el pago de 237.000 petros, esto es, unos 13.366.800 dólares, calculados al momento del pago como indemnización por daño moral. Miguel Henrique Otero, presidente editor del diario y exiliado en Madrid desde 2015, dice que la multa significa, sin más, la expropiación del periódico fundado en 1943. “Un atropello que muestra como funciona la dictadura de Nicolás Maduro, que ha entregado el control del Estado y el territorio de Venezuela a Cuba, a las mafias, a las FARC y a Hezbolá”, anotó. Desde brujería, asedio fiscal y tributario hasta sentencias del TSJ A pesar de su importancia y su influencia, El Nacional ha quedado reducido a su mínima expresión. Las instalaciones y la rotativa están paradas. Se asoma de manera digital. Su asedio no solo ha sido jurídico, también impositivo y de agresiones físicas contra la sede. En sus 78 años ha hecho bien lo que mejor sabe hacer: periodismo. Y la muestra es como los gremios, la sociedad civil, la academia y las universidades lo respaldan. “Me formé leyendo El Nacional”, repiten sus lectores. La sentencia del deshonor la firman Yván Darío Bastardo Flores, presidente de la sala y ponente; Guillermo Blanco Vásquez, vicepresidente; Francisco Ramón Velázquez Estévez, magistrado; Vilma María Fernández González, magistrada; Marisela Valentina Godoy Estaba, magistrada; y Lieska Daniela Fornes Díaz, secretaria temporal. Y reza: «Se trata del desprecio público que se generó en contra de la persona difamada, que lo afectó en su esfera personal y familiar, así como, en frente de su entorno social en general, viéndose sometido al escarnio público sin justificación alguna. Lo que hace que esta Sala de Casación Civil lo califique como un daño moral gravísimo». La DEA ofrece 10 millones por Cabello y 15 millones por Maduro En todos los medios de comunicación se publicó en marzo de 2020 que Estados Unidos sacó el cartel de “Se busca” y ofrecía 15 millones por Nicolás Maduro, acusado por el Departamento de Justicia de “convertir a Venezuela en un narcoestado que auspicia el terrorismo y se unió a las FARC para exportar toneladas de cocaína a suelo estadounidense». Por otros jerarcas del chavismo la recompensa es menor: 10 millones de dólares recibirá la persona o el organismo que facilite su captura. El presidente del Colegio de Periodistas de Venezuela, Tinedo Guía, ante la nueva arremetida contra El Nacional declaró: “La verdad es la víctima favorita de los autócratas, de quienes se pretenden líderes sin serlo, sin legitimidad de origen. En consecuencia, cada periodista que busca la verdad de la noticia se enfrenta a los ataques de los que quieren ocultarla. Ni con demandas ni con sanciones pecuniarias podrán esconder la verdad que es noticia. Porque esta se yergue contra el odio y la maldad. El Nacional es testimonio tangible de la lucha democrática. El Colegio de Periodistas se solidariza con sus trabajadores y propietarios”. No pudieron doblegar la búsqueda de la verdad El Nacionaltambién emitió una respuesta institucional: “No pudieron comprar nuestra empresa utilizando fondos públicos, no pudieron someternos mediante amenazas, atropellos y demandas de toda índole. No pudieron doblegar nuestra línea editorial. Seguimos luchando”. La Sociedad Interamericana de Prensa calificó de expoliación y grave atropello la sentencia que obliga a la C.A. Editora El Nacional a pagarle 13,22 millones de dólares a Diosdado Cabello como “indemnización por daño moral”. “Es otra estocada contra la libertad de prensa en un país sin independencia institucional. El Poder Judicial está sometido al poder político y el gobierno continúa su campaña para acabar con la poca prensa que sigue con vida”, denunció el presidente de la SIP, Jorge Canahuati. Por Ramón Hernández

viernes, 16 de abril de 2021

400 VENEZOLANOS PIDEN A MADURO DEJE PASAR VACUNAS ANTI COVID

Más de 400 venezolanos exigen a gobiernos y organizaciones internacionales presionar al régimen para que entren vacunas anticovid Los firmantes del documento proponen un plan de donación de excedentes de dosis por países más inmunizados Por El Nacional -April 15, 2021 Más de 400 venezolanos exigen a gobiernos y organizaciones internacionales presionar al régimen para que entren vacunas anticovid Foto: AFP Más de 400 venezolanos divulgaron este jueves una carta dirigida a la opinión pública, gobiernos y organizaciones internacionales para exigir que presionen y obliguen al régimen de Nicolás Maduro a dejar entrar las vacunas contra el covid-19 y así frenar el incremento de enfermos y fallecidos por el virus en Venezuela. “Nicolás Maduro no quiere que lleguen vacunas al país”, ratifican los firmantes del documento, por lo que proponen como medida inmediata la donación de vacunas por países que puedan tener un excedente de dosis, en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Cruz Roja Internacional y otros organismos internacionales. Entre los promotores de la iniciativa figuran María Corina Machado, Antonio Ledezma, David Smolansky, Diego Arria, Miguel Henrique Otero, Humberto Calderón Berti, Asdrúbal Aguiar, Carlos Ortega y Enrique Aristeguieta Gramcko, así como Tamara Sujú, Rayma Suprani, George Harris, Milos Alcalay, Andrés Mezgravis, Teresa Albanes, Soledad Bravo y otros miembros de la sociedad civil, quienes también hacen un llamado a los venezolanos, dentro y fuera del país, lo mismo que a las iglesias y demás aliados internacionales, a elevar “las denuncias sobre los nuevos crímenes que está cometiendo el régimen de Nicolás Maduro en este intento selectivo de aniquilación de millones de venezolanos”. Para ello sugieren como destinatarios de esta exigencia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Corte Penal Internacional (CPI), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, considerando que en Venezuela ni siquiera existe un plan nacional de vacunación al que todos los ciudadanos tengan acceso sin discriminación. “El mismo régimen que intencionalmente provocó la huida de más de 5,5 millones de venezolanos y la hambruna de 9,3 millones de personas, es el mismo que ahora condena a muerte a los venezolanos que luchan contra el virus”, dice la carta, en la que también denuncian la muerte de más de 470 trabajadores de la salud por covid-19, la cifra más alta de la región. ONU y OEA, acciones efectivas Los firmantes de la carta proponen, asimismo, que se adelanten las gestiones necesarias con los países aliados para convocar una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la Fórmula Arria, y dar vocería a expertos y personalidades venezolanas que denuncien la situación del país, así como impulsar acciones enmarcadas en la Responsabilidad de Proteger (R2P), considerando la reciente propuesta de Bélgica, Botsuana, Costa Rica, Croacia, República Checa, Dinamarca, Guatemala, Luxemburgo, Marruecos, Catar, Corea del Sur, Rumania y Ruanda. Finalmente exigen que se convoque de inmediato una sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para presentar las evidencias que demuestren la negligencia de Maduro y su régimen en el manejo de la pandemia y el ingreso de las vacunas.

viernes, 9 de abril de 2021

La guerra civil imaginaria del general Padrino López

Por El Nacional -April 9, 2021 Foto Prensa Miraflores En otra de sus disparatadas alocuciones, el general Vladimir Padrino López ha anunciado que los enfrentamientos armados en el occidente de Venezuela son producto de una “estrategia imperial”, dirigida a suscitar una guerra civil en nuestro país. No dudamos en calificar semejante elucubración como una extravagancia más del régimen, y de su portavoz en este caso, cuyo propósito como de costumbre es confundir y desviar la atención, atribuyendo a otros los males que su incompetencia, sus cuestionables alianzas y su voluntad despótica causan a los venezolanos. Para comenzar habría que recordarle al general Padrino López que, de cierta manera, Venezuela ha estado padeciendo una guerra desde hace años. No es cuestión meramente metafórica, aunque la guerra de la que hablamos no alcanza la definición de guerra civil. Se trata de la guerra desatada por el régimen contra la población, cuyos efectos ya han producido decenas de miles de muertos. No son más numerosas las víctimas debido a la masiva emigración de amplios sectores sociales, que incluyen a muchos entre los más pobres y vulnerables de nuestra sociedad. La represión sistemática desatada por el régimen, la violencia descarnada de las fuerzas de seguridad, y los resultados desastrosos de la incompetencia en todos los órdenes, constituyen una verdadera guerra contra un pueblo desarmado, desatendido y casi inerte. Es necesario aclararle al general Padrino López qué es una guerra civil de verdad, situación que no existe en nuestro país. Una guerra civil requiere ante todo de dos bandos armados, con ideologías básicamente irreconciliables, dispuestos a someter por completo al adversario y de ser ineludible liquidarlo. Otro rasgo común de las guerras civiles consiste en cierta equivalencia numérica, o en todo caso en poder de combate, de los bandos en pugna, así como también de la presencia de aliados foráneos, preparados a brindar un respaldo decidido en el terreno de la lucha militar. En Venezuela solo están armados el régimen, los militares que le apoyan y los grupos especiales encargados de hacer el trabajo sucio de la persistente represión. La mayoría aplastante de los venezolanos deseamos el fin del régimen, pero muy pocos vislumbramos el desenlace como efecto de una guerra civil, como lo fue la de España (1936-1939), por ejemplo. La dimensión ideológica no es prioritaria en el panorama venezolano, pues de nuevo una inmensa mayoría desea un país libre y democrático, sin tutelas extranjeras como la cubana y sin la amenaza totalitaria del atolondrado guevarismo, inserto en el más íntimo código genético del funesto socialismo del siglo XXI. Los hechos que vienen ocurriendo en Apure están estrechamente enlazados con la política complaciente del régimen, hacia sectores de la guerrilla marxista colombiana, así como con las redes de narcotraficantes que paso a paso han ido extendiendo y fortaleciendo su control sobre territorio venezolano. Hace falta demasiado atrevimiento para soslayar la patente simpatía del régimen hacia los subversivos colombianos, una solidaridad que se vincula a los propósitos desestabilizadores de la izquierda radical latinoamericana, cuyos tentáculos llegan hasta el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, y tienen su centro neurálgico en La Habana. No hay equivalencia alguna, ni numérica ni de otros tipos, entre un régimen opresivo y carente de escrúpulos y una población desamparada e impotente, sujeta a un implacable proceso de subordinación psicológica y material a través de la propaganda, de la patraña y del control de los instrumentos esenciales para la supervivencia. Y a pesar de las constantes denuncias del régimen acerca de siniestros planes imperialistas contra nuestro país, nada de lo que puedan comprobar indica la más mínima intención de generar una guerra civil en Venezuela. De modo que lo único sensato, en vista de las inflamables arengas del general Padrino López, es procurar que su calenturienta imaginación se enfríe un poco, mediante razonamientos serenos que ojalá hagan alguna mella. Dudamos, no obstante, que los argumentos y los hechos logren algo, pues el régimen se mueve en el plano de la mentira persistente y el reiterado engaño. Así han decidido vivir y ello no parece tener remedio.

martes, 6 de abril de 2021

EL CAPITALISMO TIENE MÁS VIDAS QUE UN GATO

Por El Nacional - April 6, 2021
Marx y Engels se equivocaron acerca de muchos temas, pero hubo un asunto muy importante sobre el que apuntaron bien y atinaron: la fuerza avasallante del capitalismo como modo de producción. De hecho, tal vez las mejores páginas de la vasta obra de estos titanes del pensamiento, tan errados como influyentes, se encuentran en el Manifiesto Comunista, cuando analizan la extraordinaria capacidad del capitalismo para extenderse por todo el planeta, transformando de raíz sociedades enteras, uniendo continentes y proyectándose hacia un porvenir de inusitadas convulsiones. Como sabemos, Marx y Engels creyeron que este proceso conduciría, prácticamente a la vuelta de la esquina, a un choque frontal entre los dueños del capital y las masas empobrecidas del proletariado, que “no tendría más que perder sino sus cadenas”, impulsando por ello la revolución, el cambio hacia el socialismo y la marcha final hacia el destino comunista de la humanidad. Las cosas ocurrieron de otro modo, pero ello no menoscaba intuiciones marxistas que su propio autor, en ocasiones, procuró ocultarse a sí mismo: el capitalismo tiene más vidas que un gato, combinando en sus entrañas la codicia, la innovación y ese factor revolucionario que más tarde Joseph Schumpeter denominó “destrucción creativa”, es decir, la capacidad del capitalismo para arrasar lo existente y a la vez construir nuevas posibilidades. Nuestro planteamiento en estas breves notas es el siguiente: la Tierra entera está ingresando a una nueva etapa del capitalismo. Eso parece bastante obvio y ríos de tinta se vierten a diario para desentrañar sus peculiaridades. Sin embargo, tal vez no se ha resaltado con la debida intensidad un rasgo clave de esta nueva versión de las siete vidas del gato. Nos referimos a que con su nueva vestimenta el capitalismo está logrando, sin que se trate de una conspiración o del producto de la deliberación de algunos, sumar a los enemigos de antaño, la izquierda internacional, a su defensa. Tal resultado se debe a que las luchas de los actuales justicieros sociales no se fundamentan en lo esencial, como acontecía en el pasado, es decir, en la confrontación contra las estructuras materiales del modo de producción capitalista, sino que tienen lugar en un ámbito ideológicamente gelatinoso, que para sintetizar llamaremos el “progresismo cultural” o la ideología “progre” o “woke”, que ahora mismo hace furor en Estados Unidos y se extiende como una pandemia intelectual en Europa. Las luchas sociales se han transformado en reivindicación de identidades sexuales, de género, raciales, que se desarrollan en espacios cerrados y colocan en lugar prioritario la subjetividad de cada individuo, distanciándose de los movimientos colectivos que antes se traducían en partidos políticos y enfrentamientos de masas. Lo que pasa es que este individuo que ahora se yergue como el Alfa y el Omega de la historia, el eje irrefutable de la verdad absoluta, es en verdad una mosca volando en un espacio sin oxígeno, que transmuta sus esfuerzos en un gesto impactante pero fútil, dejando intactos todos los pilares del dominio del capital. Se acrecienta el peso de las corporaciones, aumentan los monopolios, la riqueza se concentra más y más en pocas manos, las tecnologías comunicacionales potencian un pensamiento difuso y alientan a la gente, átomos que no se coordinan, a desatar sus furias en función de satisfacciones que, sin ser menospreciables en sí mismas, no son políticas propiamente dichas. Son un teatro relevante pero carente de pegada con relación al capitalismo como tal. Entretanto, los grandes medios de comunicación occidentales, contaminados hasta los tuétanos por la gelatinosa ideología “progre” de estos tiempos, actúan como militantes de una causa, arrojando por la borda cualquier sentido de imparcialidad u objetividad en la transmisión y comentario de noticias, y sirviendo sin pudor alguno los intereses de las corporaciones y del gran capital financiero, en estrecha sociedad con los centros vitales de las nuevas tecnologías. A todo ello se ha sumado el covid-19 y sus profundas consecuencias sociales, una pandemia que junto con la robótica, la Inteligencia Artificial, y los instrumentos individualizados de la época informática, como los teléfonos inteligentes, acrecienta la separación de las personas, acentúa la destrucción del empleo y elimina gradualmente la cercanía física, encerrándonos en nuestras casas, cada individuo una subjetividad impotente. Lo clave, creemos, es observar la dura resistencia del capitalismo como modo de producción, que una vez más arrasa con su fuerza aplastante las estructuras socioeconómicas tradicionales, pero esta vez añadiendo a su vitalidad las energías de los que, en otro tiempo, habrían sido sus adversarios declarados. Tales enemigos son hoy lo que Mao Tse-tung, el líder comunista chino, llamó meros “tigres de papel”.

martes, 23 de marzo de 2021

La disolución del Estado

Por El Nacional - March 23, 2021 El populismo militarista es una enfermedad dañina y costosa. Dinamita y destruye el piso de la autoridad. Cualquier decisión o plan se estrella contra la burocracia que el mismo populismo genera. No hay nadie con voz suficiente para imponer un criterio o hacer cumplir una decisión, salvo cuando se trata de someter a la oposición. Lo ocurrido el pasado 19 de marzo en la Cota 905 es una evidencia de la pérdida del control territorial por parte del gobierno. Las noticias que se transmiten en las redes son espeluznantes. Ellas evidencian el tono desafiante y la violencia con la que desarrollan los actos delictivos. La incapacidad de la “Guardia del Pueblo” para resolver el problema y garantizar la paz ciudadana es asombrosa. Hasta ahora el régimen ha sido muy eficiente para reprimir opositores; pero muy ineficiente para someter a los malandros. El control territorial ya no lo ejerce el Estado sino las bandas de delincuentes. ¡En la Cota 905 el Coqui, el Vampi y Garbis son más poderosos que el comandante de la Guardia Nacional! Y hasta tuvieron la “gentileza” de devolver la moto robada el jueves al médico porque ellos, advierten, “no se meten con el sector salud”. Lo mismo ocurre en otras zonas de Caracas, como Petare, el 23 de Enero, La Vega y en cualquier zona en la que la autoridad ha sido arrebatada por grupos armados. El asunto es igualmente grave en los estados Bolívar y Apure, en los cuales la guerrilla colombiana controla amplios espacios. La pérdida del control territorial es una amenaza al Estado venezolano. Hay que agregar que la situación en el país no permite diferenciar las bandas criminales de algunos grupos camuflados en los cuerpos de seguridad del régimen.. A esto se suma la acción de los colectivos bajo la protección del Estado. De acuerdo con Herman Heller en su obra canónica Teoría general del Estado, hay una relación estrecha entre el control del territorio y la soberanía. Se pierde soberanía si no se controla el territorio. Es lo que está ocurriendo en Venezuela. Esta inactividad del Estado socialista frente a la pérdida territorial ante los delincuentes y la guerrilla tiene como contrapartida los abusos de autoridad que se ejercen contra los ciudadanos. Un ejemplo de ello es lo que ocurre en el aeropuerto de Maiquetía con los viajeros que deben salir del país en estos momentos de pandemia. Más de tres horas de controles burocráticos (y malos tratos) para verificar las pruebas de detección del covid-19 (PCR), la seguridad y chequeo del boleto. La Guardia Nacional ejerce un control sobre los equipajes en “busca” de drogas, para lo cual se abren las maletas y se humilla al viajero. No se ejerce la autoridad ante el malandro, el colectivo y el guerrillero, pero se ejerce abusivamente contra el ciudadano común. También se pierde soberanía cuando la autoridad del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial es arrebatada por los burócratas. Es lo que ocurre con los registros y notarías en los cuales no se permite otorgar operaciones de compraventa cuando la moneda extranjera se acuerda como moneda exclusiva de pago. Y ello viola la Ley del Banco Central que lo permite y la jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia. Es el poder desbordado del burócrata que se impone sobre la autoridad de las instituciones. El orden público y la seguridad de los ciudadanos son deberes elementales que competen al gobierno. Por falta de autoridad allí donde debe ser ejercida se produce un daño severo a la sociedad. A esto se junta la zozobra que produce en la sociedad los abusos del burócrata envalentonado por la posición de poder circunstancial que ejerce. Es preciso rescatar la integridad territorial de todos aquellos adversarios que le salen al encuentro. Esto constituye un deslinde necesario para evitar que bandas como la que tomó la Cota 905 causando zozobra y muerte pueda comprometer el destino vital de los venezolanos.

sábado, 20 de febrero de 2021

DE UVERITO A MAVETUR

La triste realidad hoy Febrero de 2021 es que del bosque de 520.000 has de pinos sembradas y que para el orgullo de todos los venezolanos era el más grande del mundo plan
tado por el hombre, no quedan más de 50.000 has. --Manuel Núñez-- Se conoce mundialmente como Uverito el bosque más grande de pino Caribea vr Hondurensis plantado por el hombre al Sur de los Estados Monagas y Anzoátegui en Venezuela. Planificado y ejecutado por el Ing. Agrónomo J.J Carrera Malo y técnicos 100% venezolanos, financiado por la corporación venezolana de Guayana (C.V.G). Su objetivo principal era el de plantar 500.000 Has para abastecer materia prima a plantas productoras de papel, pulpa, tableros, etc. El proyecto iniciado en el año 1.968, ya en el año 1.998 se habían plantado 520.000 has. En el año 1.987 por el tamaño de las plantaciones y las grandes inversiones C.V.G decide elevar su gerencia forestal a la categoría de una empresa básica y pasó a llamarse C.V.G Proforca. A pesar de que en el año 1.994 había materia prima para abastecer una planta con capacidad de producir 350.000 tm/año de papel, esto no fue posible. Sus recursos económicos estaban comprometidos en los desarrollos hidroeléctricos, siderúrgicos y aluminio. Pero, si habían para instalar dos líneas de aserrío para producir 24.000 metros cúbicos de madera aserrada/año y dar a conocer las bondades de la madera de pino en la industria de construcción y carpinterías. Esto se logró con éxito, a la población de Chaguaramos llegaron medianos y pequeños empresarios e instalaron unos 20 aserraderos, esto se repitió en el oriente y centro occidente del país, muchos aserraderos ya establecidos comenzaron a procesar pino. Esto además del beneficio para Proforca, tuvo otro impacto positivo como fue la disminución de la explotación de los bosques naturales. C.V.G mientras tanto continuó con su idea de instalar plantas industriales para la producción de papel, para ello contactó a las empresas norteamericanas Abitibi-Price y Bob Wáter buscando una asociación estratégica pero, al cabo de dos años no se logró un acuerdo. En el año 1.997 la Empresa Chilena Terranova plantea su interés de comprar el vuelo de 60.000 has de pino para instalar en el país una planta para producir 250.000 m/año y un aserradero de 135.000 m/año. Esa propuesta fue elevada a la Presidencia de C.V.G por ser la propietaria del 90% de las acciones de Proforca. Después de un año de negociaciones, en 1998 se firmó el contrato donde Terranova se comprometía a instalar en 3 años la planta de tableros y el aserradero con una inversión aproximada de 400.000.000 $. Al momento de la firma Terranova pagó a C.V.G 38.500.000$ desglosados de la siguiente manera: 25.000.000$ por el vuelo de las 60.000 has, 3.500.000$ por los terrenos en la zona industrial en Macapaima y 10.000.000$ por el alquiler del aserradero de Proforca por 10 años. Además quedó establecido en el contrato la obligación de Terranova de devolver a Proforca las plantaciones de segundo turno menores de 10 años a partir del año 12 de iniciadas sus operaciones hasta completar 60.000 has. La participación de Proforca en esa negociación fue únicamente la selección de las 60.000 has de diferentes edades que le permitieran a Terranova iniciar su producción en el año 2.002. Actualmente esa es la Empresa Forestal más grande en Venezuela produciendo 250.000 metros cúbicos de tablero cubriendo el 90% de la demanda nacional y una importante cantidad de madera aserrada, además genera 900 puestos de trabajos directos y 2.500 indirectos. Del año 1.999 al 2.018 Maderas del Orinoco ha tenido 17 Presidentes y adscritas a 6 Ministerios, esto ocasionó que se produjeran graves problemas técnicos, administrativos y una gran corrupción. En el año 1.999 es abandonado el proyecto Atapirire sin ninguna causa técnica. Allí se habían plantado 25.000 has las cuales a la fecha están totalmente perdidas. Podemos afirmar que con esta decisión se inicia la destrucción del proyecto. En el año 2.002 se inicia el cambio en los viveros, se sustituye la técnica de hacerlos directamente en el suelo que por más de 20 años dieron resultados positivos y de alta calidad de las plantas producidas, por la tecnología de tubets sin contar con el personal técnico especializado ni los equipos necesarios. Como consecuencia las plantas producidas con esa tecnología hasta la fecha han sido de pésima calidad por lo que lo plantado anualmente no ha pasado del 35% de sobrevivencia. Esto lo comprueba el hecho de que en un informe realizado por la Gerencia de Manejo Forestal sobre el patrimonio de la empresa al 31-12-2015 hay dos renglones que llaman poderosamente la atención, en uno dice: sin plantación (espacios vacíos dentro del rodal) 68.530,90 has esto quiere decir: o no se plantaron y si lo hicieron no sobrevivieron y en otro: aprovechadas y no plantadas 17.120,91 has explotadas, se interpreta como que el bosque no está siendo explotado bajo los criterios de sustentabilidad. En el año 2.003 a Proforca se le cambia el nombre por empresa de propiedad social Maderas del Orinoco C.A. Durante el 2.004 y 2.005 PDVSA dona 6 aserraderos con capacidad de producir 40.000 m/año cada uno, 12 en carpinterías, 6 payloaders, 6 montacargas y una planta de MDF de 200.000 TM/año y aporta 50.000.000 $ para las obras de ingeniería e instalación de los equipos. Esto fue con la finalidad de montar un complejo industrial maderero que se llamaría Libertadores de América (CIMLA) para construir 5.000 casas de madera/año. De todos estos equipos solo fueron instalados 2 aserraderos en la comunidad el Aceital por PDVSA en el año 2016 y luego los transfirió a Maderas del Orinoco los cuales están paralizados desde el año 2017. El resto de los equipos fueron dejados en sus embalajes de madera y a la intemperie en los patios internos del aserradero de Chaguaramas, donde fueron totalmente desvalijados y convertidos en chatarra. El 1ero de Mayo del 2020 un voraz incendio provocado destruyo todo lo que quedaba. En el año 2010 la Empresa amplia su frente de trabajo y va a plantar en Barinas, Apure y Bolívar sin tener ningún proyecto definido ni recursos económicos, estas plantaciones fueron financiadas por el ya deficitario presupuesto para las plantaciones de Anzoátegui y Monagas, esto trajo como consecuencia agravar más la crisis económica que arrastraba la empresa a tal extremo que un empresario comprador de madera en varias oportunidades pago la nómina, no se sabe cuáles fueron los motivos de tan generosa acción del empresario, pero, se comenta que un ex funcionario de Maderas del Orinoco era su asesor, conocía bien el bosque y eso le permitía al empresario escoger las mejores parcelas. Además todas las plantaciones realizadas en Apure, Barinas y Bolívar de acuerdo a una evaluación que realizó en Departamento de Auditoría no tienen ningún valor para considerarlas como Patrimonio de la empresa. Todas fueron abandonadas en el año 2016, por lo tanto la sumatoria de las supuestas plantaciones realizadas en estos estados deben ser descontadas del Patrimonio Forestal de Maderas del Orinoco. Del año 2002 al 2014 la empresa se queda sin ningún tipo de equipos para el combate de incendios forestales como consecuencia de esta situación durante los años 2016 y 2017 varios incendios forestales consumieron más de 150.000 has de pino, además se quemó el comedor y un modulo habitacional en el campamento Chaguaramas, esto debe ser considerado como un delito ya que el daño patrimonial hasta hoy no lo han dado los responsables. Esta situación persiste a la fecha, por lo que solo existe una nómina de bomberos sin ningún tipo de implemento para cumplir sus funciones. Otro hecho grave es el de haber eliminado la Gerencia de investigación todo su personal fue despedido, otros jubilados y renunciaron. Las instalaciones donde funcionaban esta gerencia fueron totalmente demolida por personas ligadas a la empresa. Del año 2015 al 2018 la empresa tan solo plantó 7.000 has, el año 2019 no hubo plantaciones. En el año 2018 Tarek el Aissame en representación de Maderas del Orinoco suscribe un contrato con una empresa registrada en Estambul llamada GLEMMORE PROJET INSART C.A, por la cual firma el ciudadano colombiano Mario García, pasaporte nº P.E 139445 en su condición de apoderado especial de la empresa GLEMMORE, quien es autorizado a su vez por la ciudadana italiana Patricia Fiore pasaporte nº YB3517421 en su condición de Presidenta del Comité Directivo de GLEMMORE como resultado de este contrato se constituye la empresa MAVETUR (Maderas de Venezuela y Turquía) el objetivo de esta nueva empresa según el contrato suscrito entre las partes es el de incrementar y diversificar la producción e industrialización de productos forestales. Pero es curioso que en el artículo 2 del contrato en la página 9 dice textualmente que ”la empresa deberá preparar un estudio de impacto ambiental y sociocultural para desarrollar sus proyectos mineros”. Me pregunto ¿qué buscan con eso? ¿Será empatarse en el decreto del arco minero? En el mes de septiembre del año 2018 llega a Mavetur una señora llamada Heidy Oropeza con un nombramiento que la acredita como presidenta de Mavetur firmado por Tarek el Aissame, acompañada por un contingente de funcionarios del DIGESIM. Desde esa fecha ella es quien dirige la Empresa a pesar de no tener la más mínima experiencia en ese campo. Sin embargo ofició a las Gerencias de Explotación y Comercialización que esas actividades serían realizadas únicamente según sus instrucciones. Acto seguido y con el respaldo del DIGESIM procedió a incautar la empresa privada ANCA sin ningún tipo de procedimiento judicial, la empresa continuó operando pero bajo las directrices de MAVETUR. En la actualidad en los patios de embarque de esa empresa hay más de 80.000 toneladas de chips perdiéndose, igualmente sucedió con 7.000 metros de madera en roles enviados a la Guaira. En octubre del año 2018 ingresa a la empresa el ingeniero forestal José Lozada, profesor de la U.L.A con una maestría en manejo de bosques y un doctorado en Ciencias Ambientales como Gerente General Forestal. Dada su excelente formación en el área forestal se pensó que haría previamente una evaluación de la situación en que se encontraba el bosque, para luego iniciar su recuperación. Estas esperanzas se volvieron como dicen sal y agua. Lozada se limitó a realizar un plan de plantación para el año 2020 de 10.000 has y en el año 2018 no hubo plantación y de lo planificado para el 2020 sólo plantaron 8.000 has las cuales están en un 85% perdidas por estar siendo invadidas por la maleza y la empresa no dispone de los recursos económicos para realizar las labores de platoneo. Es importante resaltar que el ingeniero Lozada en el año 2017 hizo públicas en varios medios de comunicaciones, severas críticas a la Empresa por los incendios forestales que la estaban diezmando e incluso llegó a afirmar que eran los incendios forestales más grandes que se habían producido en el país por la falta total de equipos para su extinción. Pero una vez que ingresó a la Empresa no hizo más nada para adquirir los indispensables equipos de extinción de incendios forestales y el bosque continuó quemándose. Igualmente hay que decir que del año 2015 al 2018 las hectáreas plantadas no pasaron de 4000. En el mes de noviembre del 2020, el Ing. Lozada renunció. Este año 2021 la empresa sólo plantará 2000 has, esto se debe a que la empresa GLEMMORE propietaria del 49% de las acciones no aporta ni un céntimo, todos los gastos son cubiertos por el ejecutivo nacional, por eso hay una dualidad de Presidente: uno de Maderas del Orinoco el Sr. Millán Alejo y la Sra. Heidy Oropeza de MAVETUR. Esto se debe a que MAVETUR no está inscrita en la oficina nacional de presupuesto y Maderas del Orinoco si, y la única función del sr Millán es la de recibir los recursos y traspasarlos totalmente a MAVETUR. A la fecha el 80% del personal gerencial es nuevo y todos nombrados por Heidy Oropeza. Ante toda esta situación de todos los 40 aserraderos instalados en Chaguaramas sólo están operativos 7 produciendo el 50% de su capacidad instalada. Igualmente quiero resaltar que del año 2010 al 2015 se plantaron 15.000 has de acacias las cuales fueron evaluadas por la Gerencia de Investigación y arrojo un resultado nefasto más para la empresa el 85% de la muestra representativa analizada arrojó que esas 15.000 has no servían ni para carbón. De acuerdo al contrato suscrito entre las partes (Madera del Orinoco y GLENMOR) Mavetur estaba en la obligación como requisito indispensable el de hacer un inventario forestal como parte del estudio del impacto ambiental. Este requisito no ha sido cumplido (ver artículo 2 pagina 9 del convenio) por lo tanto todas las actuaciones emprendidas por la Sra Oropeza son inválidas por lo tanto deben solicitarse la actuación de la Fiscalía General de la República así como la de la Contraloría General para aclarar esta irregular situación. La triste realidad hoy 18 de Febrero de 2021 es que del bosque de 520.000 has de pinos sembradas al 30-12-2018 y que para el orgullo de todos los venezolanos era el más grande del mundo plantado por el hombre no quedan más de 50.000 has.

domingo, 17 de enero de 2021

DE CHÁVEZ A MADURO INEQUÍVOCA CONTINUIDAD

Uno de los fenómenos que caracteriza a la política, es que su análisis está siempre asediado por la especulación. A menudo el comentario político se separa de los hechos -en otras palabras, se aleja de la realidad- y toma el camino de lo contrafactual, es decir, de lo que podría haber ocurrido y no ocurrió. Sobre la posible utilidad de este tipo de razonamientos, me adelanto a decir: no proveen más que ilusiones. Sirven para dar pie a distorsiones y falsos argumentos. La vertiente preferida de lo contrafactual en lo que queda del chavismo -una minoría en decrecimiento- y en sus aliados de la izquierda y el neocomunismo internacional -que no son pocos y en algunos países tienen un poder significativo, como en España-, consiste en darle vueltas a esta afirmación: si Chávez no hubiese fallecido, las cosas serían distintas en Venezuela. A partir de esta especulación básica -insisto en que no es sino eso, un burdo masticar sobre lo inexistente- se ha ido construyendo una hipótesis política de alto riesgo para el retorno de la democracia en Venezuela. La burda especulación sirve de base a cuatro falaces sugerencias, que el lector debe atender con su mejor concentración posible: la primera, que Chávez y Maduro son radicalmente distintos; la segunda, derivada de la anterior, es que si Chávez estuviese vivo, la situación venezolana no sería tan catastrófica; la tercera, clave en este análisis, que las diferencias entre Chávez y Maduro son tan marcadas que, en términos políticos, cabe hablar de dos familias políticas distintas, el chavismo y el madurismo; la cuarta, trampa de trampas, que el chavismo, y no el madurismo, podría ser la solución a la catástrofe venezolana. Esto es, un cambio que consistiría en quitar a Maduro del poder y mantener el régimen actual, pero manejado por el resto de los factores que hoy son los pilares del ejercicio del poder: el Alto Mando Militar, Cabello, El Aissami, los hermanos Rodríguez, los grupos torturadores, las ex FARC, el ELN, los iraníes, los cubanos, los rusos, los chinos, los bielorrusos y el resto de aliados. Quiero decir que la tesis de un mismo régimen, pero sin Maduro al frente, como modo de prolongar el control del poder, ha ganado terreno dentro y fuera de Venezuela. La comparten personeros del PSUV, del Gran Polo Patriótico, casi todos los integrantes del Alto Mando Militar y los líderes de los principales colectivos, especialmente de Caracas y Miranda. También casi todos los gobernadores del régimen, que han sido consultados al respecto. El proyecto de un cambio que se limite a reemplazar a Maduro tiene, además, apoyo internacional: lo alientan en la cúpula del gobierno español (PSOE y Podemos), entre miembros del Parlamento Europeo, en el Partido Demócrata, y es la apuesta que están evaluando los gobiernos de México, Argentina y Bolivia. También Cuba, Rusia y China lo asumen como la alternativa más inmediata. Salvo la pareja Ortega-Murillo, que sostiene que la pareja Maduro-Flores debe resistir, está muy avanzado el camino de un consenso que reduce el horror venezolano a una exclusiva causa, a un hombre: Nicolás Maduro. El conjunto de planteamiento es falaz, básicamente porque, más allá de las superfluas diferencias de estilo, las líneas de acción del poder ejercido por Maduro provienen, de forma directa, de Chávez. Maduro nunca protagonizó una ruptura, ni con la figura política de Chávez ni tampoco con sus lineamientos gubernamentales. No lo olvidemos: Maduro alcanzó el poder como producto de un dedazo de Chávez. Lo puso allí para que continuara con su programa de demolición de la nación venezolana. Y Maduro aceptó el encargo y dijo que recibía y continuaría “profundizando el legado” de Chávez, y eso es justamente lo que ha hecho. No fue Maduro quien sistematizó la violación de los derechos humanos y de los derechos políticos en Venezuela. Chávez fue el maestro fundador de la destrucción de la autonomía de los poderes y el que convirtió al CNE en una estructura electoral ilegal, ilegítima y fraudulenta. Y fue, y esto es relevante, quien, con ayuda del castrismo, convirtió a la FANB en un aparato al servicio de los intereses políticos y económicos de una minoría. Tampoco Maduro inició la persecución a los periodistas y los medios de comunicación. Ni quien abrió el territorio venezolano a grupos armados delincuentes de Colombia, ni a los apetitos de naciones delincuentes y enemigas de la democracia. Ni es el autor del diseño y de las primeras fases de ejecución del doble objetivo que consistió y consiste en destruir la industria petrolera venezolana -que ha convertido a Pdvsa en la empresa hazmerreír del universo petrolero internacional-, al tiempo que se destruía la estructura productiva privada nacional -hoy, un campo cuya imagen oscila entre la ruina y la sobrevivencia-. Chávez fue quien inicio el empobrecimiento de la sociedad venezolana. Quien asaltó los ingresos de Pdvsa para financiar al terrorismo y al neocomunismo en América Latina y Europa. Quien no titubeó arrasar con la industria nacional para favorecer a los intereses de empresarios extranjeros. Quien, como demuestra Antonio Pasquali en su extraordinario libro La devastación chavista, destruyó por acción u omisión la infraestructura, los sistemas de transporte, los diarios, las empresas de radio y televisión, el desarrollo de Internet y sus potencialidades, la aviación y la aeronáutica, la industria del transporte y tantas cosas más. Entre 1999 y 2013 Chávez encabezó una gigantesca operación para apropiarse y desmantelar a la nación venezolana. Sus logros fueron enormes. Cuando su muerte se aproximaba, entregó a Maduro el testigo para continuar con la tarea, que su pupilo ha llevado a extremos insospechados. Tras 22 años con el control del poder, el horror venezolano no se reduce a un hombre: es una inmensa red de mafias, complicidades, corruptelas y formas de violencia, que no admiten lecturas equivocadas ni falsas ilusiones. Lo que se interpone entre las legítimas aspiraciones de la inmensa mayoría de los venezolanos, de un regreso a la democracia y al país productivo, no es solo Maduro, sino un régimen: una mafia de mafias que aplasta las vidas y la dignidad de los venezolanos. (Editorial del diario El NCIONAL)