sábado, 21 de noviembre de 2015

FIN DEL CICLO / Eduardo Fernández



No se trata solamente de que esté llegando a su término el ciclo político que se inició en 1999 con el nombre de socialismo del siglo XXI.


Se trata de algo mucho más importante y trascendente.

Está llegando a su término el ciclo político del modelo rentista venezolano que se inició junto con la aparición del petróleo en nuestro país.

Ha sido casi un siglo de dependencia de un solo producto de exportación: el petróleo. 

Los venezolanos fuimos incapaces de atender las recomendaciones que nos hicieron compatriotas ilustres como Alberto Adriani y Arturo Uslar Pietri. “No sembramos el petróleo”. Es decir, no aprovechamos la riqueza petrolera para diversificar nuestra economía y hacer un país más próspero y moderno.

Es verdad que se hicieron esfuerzos notables por democratizar al país en tiempos de López Contreras y de Medina Angarita, y más tarde con la Constitución de 1947 y la elección democrática de Rómulo Gallegos, que apenas duró unos meses en el poder.

También es verdad que en tiempos de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez se adelantó una obra de infraestructura física importante.

También es verdad que tuvimos cuarenta años de república civil que representan un paréntesis luminoso en nuestra accidentada trayectoria independiente y que durante esas cuatro décadas se hicieron muchas obras materiales importantes.

Pero lo cierto es que, cien años después de la aparición del petróleo, nos encontramos un país atrasado y desvencijado. Un país que vive exclusivamente de su renta petrolera (97% del ingreso de divisas proviene de la exportación del petróleo).

No fuimos capaces de diversificar y de modernizar nuestra economía. Puede ser que ahora, con la caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales y con todos los esfuerzos que se están haciendo en el mundo entero para dejar atrás la era del petróleo, los venezolanos descubramos que tenemos la oportunidad de construir una economía diferente, capaz de generar los bienes y servicios que necesitamos y capaz, sobre todo, de generar las oportunidades de empleo moderno productivo y bien remunerado que el país necesita.

Estamos asistiendo a un fin de fiesta con acentos de tragedia. Ojalá las próximas generaciones lo hagan mejor y construyan una Venezuela democrática en lo político, productiva en lo económico, justa en lo social, correcta en lo administrativo y educada en lo científico y en lo tecnológico.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Fiscalía de Nueva York desestima 'inmunidad diplomática' de sobrinos de Maduro y levanta cargos por narcotráfico


Valora este artículo
(2 votos)

jueves, 5 de noviembre de 2015

Maite Navarro: El buen salvaje no se ha extinguido


Fecha: 04-11-2015 09:50 AM 

Carlos rangel
En 1976, Carlos Rangel, analista e intelectual venezolano escribió el libro Del buen salvaje al buen revolucionario. Allí  rompió con los esquemas y ritos tradicionales y vislumbró una Latinoamérica que debía sobreponerse a sus propios fantasmas y tabúes para salir adelante.
Ese libro cumple 40 años de ser publicado  y su lectura sigue tan vigente como el primer día, lo que indica una generación de políticos ciegos y una carencia intelectual que no se ha superado. Al releer sus páginas  se encuentran vigentes las inquietudes que generaron su escritura. Carlos Rangel, en aquel momento, dinamitó a las élites al defender los valores democráticos y las libertades ante la creencia de una revolución basada en un Estado poderoso, grandilocuente e ineficiente,  el mismo que hoy agobia a los venezolanos.
Gracias al trabajo de Cinesa, el pensamiento de Rangel se rescata para las nuevas generaciones, y en un documental lleno de testimonios, se ratifica que lo que preocupaba a la Venezuela de los 80 continúa vigente. Una sociedad donde la iniciativa privada se ve con recelo y el Estado crece desaforada e irresponsablemente.
Carlos Rangel…ésta es su vida, ésta es su libertad,  título del documental realizado por Cinesa para la colección Cine Archivo, llega oportunamente al público unos días antes de la contienda electoral que muestra a unos  gobernantes populistas, que niegan el desarrollo, visto como un ejercicio que nace de una verdadera democracia.  En unos 50 minutos el espectador  recoge el pensamiento de un hombre que en su momento navega contra corriente y presenta los complejos de los latinoamericanos  ante el éxito de  Norteamérica, a la que se le acusa de todos los males que padecemos. El autor de El Buen salvaje devela personalidades como el Che Guevara, a quien se le admira obviando sus acciones que violaron derechos humanos y se le coloca en los altares de los falsos ídolos.
Este documental  se puede considerar oportuno ya que pone en el tapete el pensamiento de un hombre que el tiempo no ha devaluado. El momento actual ratifica sus palabras que muestran impotencias, mitos e ilusiones del siglo XX y que son las mismas que continúan vigentes, las  que nos llevan a un tercermundismo que se origina de una falta de madurez ciudadana,  que se deja llevar por promesas que acaban en frustraciones, las mismas que experimentamos hoy, a los 40 años de la primera edición de El Buen salvaje al buen revolucionario, cuyas páginas parecieran haber sido escritas en este momento. Con la diferencia que muchos de sus detractores  de entonces, hoy se dan cuenta de lo acertado de su pensamiento.
Carlos Rangel es una muestra del periodismo ejercido con conciencia y sin miedos a quienes piensan diferente.

Maite Navarro  /  Periodista. Integrante de Expresión Libre
@mainav / mayte.navarros@gmail.com