Para ponernos de
acuerdo: el concepto dictadura tiene una connotación precisa.
Es un concepto en primer lugar jurídico y en segundo lugar político.
Desde el punto de
vista jurídico, dictaduras son todos los gobiernos que de modo no excepcional
sino permanente desconocen la división de poderes, de modo que el Legislativo y
el Judicial son integrados al Ejecutivo. La dictadura es, antes que nada, una
forma jurídica de gobierno.
Desde el punto de
vista político, la dictadura implica la puesta en forma de
su condición jurídica, vale decir, es la dictadura en ejercicio.
Dicho ejercicio, al no ser puesto en forma de modo político, sólo puede serlo
de modo policial y militar, a través de una represión no ocasional sino
sistemática y permanente. La oposición, al no encontrar canales
institucionales, será obligada a convertirse en disidencia y
en casos más agudos (supresión definitiva de las elecciones) en resistencia.
El concepto dictadura no
puede ser usado como metáfora ni como analogía. Para poner un ejemplo: la
ideología marxista-leninista definía como dictaduras a todas
las democracias. La democracia sólo era una cobertura para ocultar una
dominación de clase. Suponiendo que eso hubiera sido cierto, los
marxistas-leninistas confundían dos conceptos: el de dominación social y
el de dictadura. Pero el concepto dedictadura no
es social.
Tampoco una
dictadura puede ser definida por su grado de violencia o maldad. No es
necesario que existan campos de concentración, ni torturas ni asesinatos para
hablar de dictadura. El concepto de dictadura no es moral.
Una de las
confusiones más grandes reside en la creencia de que toda dictadura, para
serlo, debe ser total. Por eso debe ser dicho de modo muy preciso: si bien todo
régimen totalitario es una dictadura, no toda dictadura es totalitaria.
Entendemos
por dictadura total o totalitarismo la apropiación
definitiva de la sociedad (incluyendo espacios privados y culturales) por el
Estado. Dictaduras totalitarias fueron la nazi, la comunista durante Mao y
Stalin, las sudasiáticas del siglo XX , Corea del Norte hoy, la teocrática
iraní durante Khomeini, la de Cuba durante Fidel Castro, y otras.
Ahora, lo que sí
es evidente es que en cada dictadura se esconde un proyecto totalitario. La de
Franco en Europa y la de Pinochet en Chile, por ejemplo, intentaron convertirse
en totalitarias pero fracasaron. El Estado integral franquista y el Estado
gremial portaliano no pudieron ser impuestos debido a la incapacidad o renuncia
de esas dictaduras para apropiarse de todos los espacios económicos, sociales y
culturales. Ambas, en sus tramos finales, al no poder ser totalitarias sólo
fueron parciales. Aunque reiteramos: la condición de dictadura parcial no tiene
nada que ver con el grado de crueldad puesto en práctica.
La dictadura
totalitaria, digámoslo así, es una dictadura perfecta. En ese sentido, la gran
mayoría de las dictaduras de nuestro tiempo han sido imperfectas, algo que no
impide calificarlas como dictaduras. Para seguir con ejemplos: la dictadura
cubana, gracias a sus contactos con “el imperio”, ha evolucionado desde la
perfección totalitaria a la imperfección dictatorial. Por supuesto, mientras
más imperfecta sea una dictadura más cerca estará de su fin.
¿Cuándo termina
una dictadura? Desde el punto de vista jurídico, con la instauración de la
división de los tres poderes del Estado. Desde el político, con la
subordinación al Estado de Derecho de los poderes de hecho. Me refiero
principalmente a los policiales y a los militares.
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