jueves, 8 de enero de 2015

Militarismo, corrupción y pobreza denuncia la Iglesia


Foto: Iglesia
Foto: Iglesia
Monseñor Diego Padrón denunció que los partidos políticos “no han sabido ofrecer un proyecto alternativo de democracia eficiente”
Venezuela atraviesa una crisis global 
Diego Padrón, resaltó este miércoles que "Venezuela atraviesa una crisis global de enormes proporciones y que los ciudadanos están consciente de ello" comentó. "La violencia sigue siendo motivada por la filosofía del sistema” dijo. 
La crisis de los partidos es más de afecto que de ideología  
Señaló que "la complejidad de la situación actual requiere, para ser resuelta, el concurso de todos los sectores"
La política de exclusión y de desconocimiento mutuo entre los sectores "disminuye la capacidad de encontrar los caminos de solución a la crisis que enfrenta el país". La complejidad de la situación actual requiere, para ser resuelta, el concurso de todos los sectores". 
El discurso del Presidente de la CEV, Diego Padrón SanchézArzobispo de Cumaná, en la Apertura de la Centésima Tercera Asamblea Ordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana: 
Saludo cordialmente a los hermanos Obispos presentes y envío un afectuoso saludo a los hermanos Eméritos y a otros que por motivos de enfermedad u otras serias razones no pueden compartir con nosotros este encuentro de fraternidad, colegialidad y corresponsabilidad.
A nivel de Iglesia universal, el año que acaba de terminar fue un tiempo privilegiado – un kairós lo llama el Nuevo Testamento – en el que la personalidad, el estilo pastoral y las extraordinarias como oportunas intervenciones del Papa Francisco han hecho patente que el Espíritu de Dios no se agota y suscita en cada época los hombres y mujeres capaces de dar un giro a la historia.
Hoy, en la Iglesia, ese hombre se llama Francisco. Nuestra Iglesia y nuestro pueblo están plenamente identificados con él.  (…)
Un acontecimiento de significativa importancia histórica y eclesial es el Quinto Centenario de la Fundación de Cumaná, primogénita del Continente.
Una Carta Colectiva del Episcopado pondría de relieve los inicios de la evangelización de Venezuela en “Tierra de Gracia” con el aporte, incluso martirial de los misioneros Franciscanos y Dominicos.  Antes de nacer la República, los misioneros contribuyeron al nacimiento de nuestra nacionalidad. Como ciudadanos venezolanos y como pastores del pueblo, que peregrina entre aflicciones y consuelos de Dios, hemos estado muy atentos al acontecer del país.
 El pueblo está consciente de que Venezuela atraviesa una crisis global de enormes proporciones, cuyos niveles sobrepasan cualquier crisis anterior y que toca profundamente todas las dimensiones de la vida del país.
Cada día el venezolano siente más la crisis en carne propia. Una crisis de carácter ético-político y económico-social.
El punto de partida de esta crisis está, por un lado, en la pérdida de los valores morales republicanos y, por otro, en la naturaleza y desempeño del sistema que nos gobierna.
Es ya un lugar común decir que en Venezuela se ha perdido el respeto entre las personas y el respeto a las instituciones. Pero también a los principios de legalidad, legitimidad y moralidad que son el sustento del entramado jurídico, legal y constitucional.
El sistema político dominante ha impulsado constantemente la división ideológica y social entre los diversos sectores del país, lo cual predispone los ánimos para la violencia y la agresividad. La violencia ha sido y continúa siendo motivada por la filosofía del sistem La pobreza vergonzante a la que el sistema ha llevado al país es causa de violencia.
El militarismo y la corrupción en diversos grados son amparados por el sistema. La desidia o negligencia de los poderes públicos para superar la crisis moral, la ineficiencia de los servicios básicos que requieren todos los ciudadanos, el alto costo de la vida, la crisis en el sistema de salud pública, el desabastecimiento en todos los rubros, la escasez de empleo digno y justo, la crisis económica que paraliza al país, la inseguridad social y jurídica, la criminalización de la protesta pacífica y la persecución a la disidencia política, sindical y obrera conforman un clima político-social muy duro y un panorama nacional muy oscuro.
 Ante la magnitud de la crisis, los partidos políticos no han sabido ofrecer un   proyecto alternativo de democracia eficiente.  La crisis de los partidos es más de afecto que de ideología, más de agendas y proyectos personalistas que de estrategias. Tal crisis en la dirigencia impide la visión de bien común y la concreción de un proyecto en el que puedan participar todos los sectores sin exclusiones.      
 La crisis es tan compleja que requiere para ser resuelta el concurso de todos los sectores del país. Ahí está nuestra fortaleza. “La fuerza es la unión”. (Himno Nacional). La política de exclusión y de desconocimiento mutuo entre los sectores disminuye la capacidad para encontrar los caminos de solución. El radicalismo agudiza la crisis.
 El diálogo es el camino, con tal responda a la naturaleza y a la metodología del diálogo eficaz, que prevee cambios y acuerdos en bien de todos. La Asamblea Nacional debería ser la primera instancia de diálogo en el país.  
 Las próximas elecciones parlamentarias tienen para la marcha del país un extraordinario valor, pues desde la Asamblea Nacional pueden impulsarse los cambios que la nación requiere para recuperar el diálogo, el orden y la paz. En nombre de la CEV propongo de nuevo el diálogo entre el gobierno y los demás sectores del país como una vía para encontrar soluciones acordadas.
 Hago votos al Señor por intercesión de nuestra Señora de Coromoto a fin de que nos conceda en este nuevo año alcanzar en Venezuela la reconciliación y la paz.
Caracas, 07 de enero de 2015.-
Muchas gracias
+Diego Padrón Sánchez
Arzobispo de Cumaná
Presidente de la CEV

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